Segregación étnica en Bosnia es aún un flagelo, producto de la guerra

Milorad Dodik, el primer ministro de la República de Serbia, hace un hábito de tomar todas las oportunidades para su primer período en la federación, que amenaza incluso la separación formal en varias oportunidades en los últimos dos años.

Gran parte es considerado como teatro político destinado a impresionar a los votantes, pero los serbios de pie y los bosnio-croatas de entidad política no se dejan impresionar tan fácilmente.

En realidad, la separación es imposible, según Komšić: “Por un lado Dodik habla de la integración con la UE y la OTAN, y por el otro, la separación. Esto es claramente contradictoria. No sería bueno para los serbios y la UE permitir que se pase por ello “.


Tampoco Dodic tiene el ejército o las armas que se necesitan para imponer tal separación, observa Tanja Tema, el corresponsal de la revista Vreme de Belgrado, en una reciente publicación.

Sin embargo, mientras que un disidente político sigue siendo un líder imposible, eso no significa que haya algún tipo de reconciliación como se ve en las “tarjetas” de los mandatarios.

“Hasta ahora, ha sido reconfortante pensar que sólo los políticos discuten y que la gente realmente desea vivir en paz”, dice el periodista.

Pero el ya no está seguro de que este es el caso. “Los medios de comunicación difunden el odio, y las relaciones interpersonales se están deteriorando.

Antes de 2006 se habían mejorado notablemente, pero ahora se ha convertido en el tono más caliente de todo el tiempo que se lleva. La gente viaja menos a las otras ciudades de la federación, y una gran mayoría no quiere que los miembros de otro grupo étnico sean sus vecinos “.