“¿Has observado las estrellitas de la unión europea en los carteles?”, pregunta Marko, italo-bosnio. “Aquí todos los partidos son nacionalistas y al mismo tiempo son también europeístas”, dice inspirado por un euro que se encuentra en el suelo. Nacionalistas de un modo diferente (entre bosnios, serbios y croatas) y europeístas de un mismo sentir.
Dio su discurso el embajador italiano en Bosnia Herzegovina, Alessandro Fallavolita, sobre la relación del país con la UE: “Bosnia quiere formar parte de la Comunidad Europea.
Está trabajando para que eso pase, el noventa por ciento de la opinión pública lo está exigiendo. Lo que pasa es que la situación política es complicada: ciento ochenta ministros y tres parlamentos son demasiados, por muy república federal que se sea.
Hay que agilizar la burocracia. También implica anular la etnocracia: los bosnios que buscan su propia independencia, los serbios que quieren la unión y los croatas que están busca de una mayor y mejor representación”.
Estamos en el lunes siguiente a las elecciones, el 6 de octubre. Hace pocas horas que se ha informado por medio de la CNN de las “problemas financieros” que están afectando Unicredit: delante de una sucursal del banco italiano, en pleno centro de Sarajevo, las banderas del partido socialista se entrecruzan con las del instituto de crédito.
Con dificultad se distingue una de la otra (usan el mismo eslogan de color rojo sobre fondo blanco y letras en negro): una simple casualidad o, tal vez, una ráfaga de viento con espíritu crítico.
Estamos en espera que BOSNIA pueda formar parte de la comunidad europea ya que cuenta con un buen porcentaje de apoyo pero que deben tener paciencia porque es una situación que puede demorar un poco, debido a que es de asuntos políticos en los cuales hay demasiadas personas involucradas.